Esta es la octava edición de un single malt sin turba cultivado localmente de Bruichladdich: la cosecha se planteó en siete granjas de Islay.
Nariz: notas cítricas y de miel, luego frutas con hueso, albaricoques secos y melocotones maduros. Mazapán, flores amarillas, vainas de vainilla, seguido de especias, cereal, brisa marina, vainilla, caramelo y especias de madera con toques de canela y pastel de jengibre y almíbar.
Boca: Sabores dulces de frutas maduras con hueso con vainilla, caramelo y azúcar moreno. Agregar agua libera notas florales de espino y brezo.
Final: sabor marino, cítricos dulces y notas melosas de roble con un final largo y suave.